19.11.09

La cara oculta de las oposiciones

Función pública: Un fenómeno cuasi-místico que reparte trabajos para toda la vida, con escaso contenido en estrés, festivos y vacaciones, en esta realidad donde el empleo en la empresa privada suele significar ser el chivo expiatorio de un disminuido moral que un día convenció a su banco o caja de que le diese un crédito para montar el negocio del siglo.

Funcionario: Una criatura legendaria que tiene horario fijo, seguridad laboral, buen convenio marco e irresponsabilidad absoluta. Y al PIB que le den por el lugar donde no brilla el sol.

Oposición: El rito iniciático preciso para acceder a las maravillas anteriormente citadas. Una ceremonia que tiene mucho de religiosa y poco de práctica. No se trata de demostrar conocimientos, si no capacidad de absorber información irracional y farragosa, y de nadar entre las leyes cuyo lenguaje opaco para los ciudadanos a los que se les aplican. Vamos, como el budismo zen.

Desde que los más viejos del lugar votaban a Fraga, la Jauja de las oposiciones atrae a cienes y cienes de almas todos los años al templo ganadero de Silleda, que se enfrentan a puzles que hubieran dejado tonto al mismo Acertijo con la esperanza de entrar en el Olimpo de los moscosos y las seis horas de trabajo y dos de café por 1.200 euros, como poco. Lo que no saben es que las mentes más malvadas de nuestro siglo les han preparado un recibimiento.

Motivo: Tribunal de oposición. Lugar: Bunker militar de alto secreto a 2 km bajo la superficie de Silleda, en coordenadas sin identificar. Hora: 6.00 a.m. Fecha: Por determinar.

Sobre una mesa 100% madera de carballo, descansan varias barajas de cartas, incontables vasos con incontables bebidas alcóholicas (licor café, mayormente) y una fuente de cortezas de cerdo. Alrededor de la mesa 100% madera de carballo se reúnen seis personas encapuchadas para preservar su identidad y visiblemente espiritualizadas por el néctar ourensano.

Alto encargado de ortopraxis: Hala, las 20 en oros, ahí te van.

Sumo sacerdote jefe de la orden: Noooooo! Hijos de putaaaaa!

Supervisor de indiferencia y sequedad: Bwa ha ha! Todas las manos, no? Pues con esta te ponemos la tilde de C-A-B-R-Ó-N y ganamos nosotros. Tú pagas la ronda.

Jefe: Mamoneeeees, más que mamoneeees!

Tremendo subsecretario de improductividad manifiesta: Bueno, vengayadetontás. Vamos a hacer las preguntas del examen y para casa.

Encargado: Como se nota que has perdido el primero, eh?

Jefe: No,no,no,no,no. Tiene razón. Vamos a hacer el examen que los futuros funcionarios lo tienen que hacer mañana, mañanaaaaa.

Elevado intendente del silencio administrativo: *en susurros* bueno, dentro de dos horas.

Jefe: Qué?

Supervisor: Que nos quedan dos horas. Venga, a ver quien hace la pregunta más cabrona. Bwa-ha-ha.... esteee. De que era el examen?

Encargado: Doce puestos de infra-administrativo territorial del grupo Q. Tenemos ocho millones de matriculados, seis de ellos en Ourense capital.

Excelso ordenanza de vuelva usted mañana: Malditassh ratash hambrientash... She kreen que todosh tienen lo que hay que tener para sher bedel de archivo provincial. Shi ellosh shupieran...

Jefe: Bien, bien, bien, bien. Empiezo yo que soy el jefe. Pegrunta número uno.
¿A qué velocidad máxima puede circular una calesa de caballos por la autopista, suponiendo que su conductor esté lo bastante loco como para meterla por tal vía de comunicación?

A: 21 km/h.
B: 21 hexágonos por turno.
C: 21 millas náuticas por hora.
D: 21 nanosegundos luz.

La correcta es la ceeeeee, pero para saberlo tienen que hacer la conversión de millas náuticas a metros por segundo.

Todos: Bravo, bravo. Muy buena.

Ordenanza: ¿Puedo preshentar una inshtanshia para poshponer mi turno 24 horash hashta que she redushcan los efeshtosh de la embriaguesh?

Jefe: Denegadooooo, de-ne-ga-do.

Ordenanza: Bueno, puesh voy. ¿Cuantash vecesh she puede leer la palabra “tabaco" en la Leysh 28/2005, conoshida como Ley Antitabaco?

A: Ninguna.
B: Dos.
C: Una.
D: 3.715.

La correshta esh la B. Apareshe en la primera páshgina. En el resto del texto she le llama "hoja nicoshtinica", "droga blanda de usho legal", "ashunto central de estha ley", "palitosh para el cáncer" y otrosh eufemishmos.

Jefe: Mmmm, digna del mismo Arsenio Lupin.

Supervisor: Venga, la mía. En la última edición que la Consellería de Presidencia ha realizado de la Ley 30/92, cuales son las palabras número 2, 7, 8 y 18 de la línea 20 del párrafo 18 de la página 42?

A: funcion, pública, formulario, albarán.
B: función, pública, formulario, albaran.
C: función, publica, formulario, álbaran.
D: funcion, publica, fórmulario, albaran.

La buena es la D. Tenemos el record de la impresión con más erratas en las tildes, se lo arrebatamos a la memoria anual de la Federación de Disléxicos. BWA-HA-HA!

Jefe: Buf, digna de Angela Channing.

Todos: Bien, bien.

Intendente: *en susurros* Bien, ahora la mía. Estadísticamente, ¿cómo es más probable que un ciudadano inicie una conversación telefónica con un infra-administrativo territorial del grupo Q?

A. Salam Aleikun.
B. ¡Mueeeeere! ¡Es hooora de morir!
C. Voulez-vous coucher avec moi, ce soir?
D: I objetc!

Encargado: Emmm... Pero si los bedeles provinciales no tienen derecho a teléfono. Se lo quitaron en el 74, después de que José Núñez Remesar, del archivo histórico de Caldebarcos (A Coruña) se echase una novia en Malasia, a la que llamaba todos los días, y pasase una factura de emmm 32, no 33.247.501 pesetas.

Intendente: *en susurros* Sí. Lo correcto es dejar la pregunta en blanco.

Jefe: Braaaaavo, digno del mismo Maquiavelo.

Todos: Bravo, bravo.

Subsecretario: ¿Sí, eh? Os vais a cagar. En el Título I, Capítulo II, Sección I de la Constitución Española de 1978, De los derechos fundamentales y de las libertades públicas, ¿cuál es el acrónimo que aparece si leemos sólo las primeras letras de cada artículo.

A: Ia, ia, Cthulhu f'thang.
B: Hastur, Hastur, Hastur.

C: Ph'nglui mglw'nafh

D: Yajī'u ash-shudhdhādh
.

Se lo crean o no, es la A, compruébenlo, compruébenlo, los derechos fundamentales invocan a un Dios Primigenio. Es en lo que se basa la gente para decir que con Franco se vivía mejor.

Jefe: Bravo, bravo. Digno del mismo Nyarlathopteph.

Todos: Sublime, sublime. Es grasioso porque es verdad.

Encargado: Creo que sólo falto yo. Prepárense, hoygan. ¿Quién tiene potestad para aprobar las leyes de aplicación en el ámbito de la comunidad autónoma de Galicia, según el Estatuto de Autonomía de 1981?

A: El Parlamento de Galicia.
B: El Parlamento de Galicia.
C: El Parlamento de Galicia.
D: El Parlamento de Galicia.

Tachán!

Jefe: No tiene graaaacia. No-tie-ne-gra-cia. ¿Dónde está la graciaaaaa?

Encargado: En que las respuestas no son iguales. Hay una parte que está escrita con zumo de limón, y que sólo puede verse mirando el examen a contraluz. Fijaos.

A: El Parlamento de Galicia, que se caga en vuestra puta madre.
B: El Parlamento de Galicia por la Gracia de Dios.
C: El Parlamento de Galicia, en virtud del artículo 36.
D: El Parlamento de Galicia,
y gooool, gol, gol, gol de Bebeto.

La buena es la B, por si alguien se lo pregunta...

Jefe: Oh, subliiiiime. Digno de Donald Rumsfeld.

Todos: Bravo, hurra.

Subsecretario: Vale, pues como siempre, ¿no? Los que consigan que no les impugnen la pregunta, serán declarados vencedores según el acuerdo consuetudinario que nos vincula y quedarán exentos de pagar la cena en la próxima convocatoria.

Encargado: Así es. En cumplimiento de la Ley de Normalización Lingüística, voy a pasar el examen por el OpenTrad para los extremistas que lo quieran hacer en gallego.

Jefe: Muuuuy bien. Pero, corre, corre que ya casi son las ocho. Venga, ibuprofeno para todos y al tribunal. Ocho millones de personas cuentan con nosotros para incrementar su nivel de frustración y mantener los ingresos de la industria de los psicofármacos.

Todos: Viva, bravo.

26.10.09

Estrategia en tiempo real


Imaginemos un bar normalito en el que hay tres camareros mirando al techo tras la barra, donde un único señor calvo se toma un café e intenta entender la información sobre el concurso eólico en La Goz de Valicia, mientras, un único mozo más sólo que los fabricantes de gomina desde que perdieron a Feijóo como cliente se afana en servir las diez mesas ocupadas del local.

Concibamos a ese vecino pesado que puede debatir horas y horas sobre los errores tácticos de Caparrós, pero que luego cuando le toca repartir los asientos en la boda de su hijo mediano, se atora y acaba por sentar al primo borracho exhibicionista con la tía abuela inglesa meapilas, y al cuñado neurótico de la limpieza en la mesa de los niños.

Dibujemos a un jefe de oficina, que entra por la mañana con la mesa llena de informes atrasados sobre marketing, y se los encarga al primer currito que pilla, que justo es al que se le da bien la contabilidad. Cuando llega el de marketing, algo tarde, le pide que le haga unas facturas para ese cliente nuevo, que acaba de encontrar en el cajón debajo de sus bollitos. Peeero, luego viene el amo del castillo haciendo aspavientos y pidiendo ur-gen-te-men-te, ur-gen-te-men-te, que le hagan un estudio de-ta-lla-do, de-ta-lla-do sobre oportunidades de negocio en Indonesia. Así que el jefe de oficina se pone nervioso, tira el café y le encarga al de marketing y al contable que se lean todo lo que viene en la Wikipedia sobre Indonesia, y deriva sus trabajos anteriores a la mesa del experto en comercio exterior, que lleva toda la mañana –y todo el año– haciendo fotocopias de albaranes.

Pensemos en ese aprendiz de autónomo que abre un bar en una calle en la que ya hay diez bares, y pone las cañas más caras, o el concejal de tráfico que manda pintar los nuevos pasos de cebra por donde es más incómodo cruzar, o ese empresario que gasta todos los beneficios de su negocio en decoración y hedonismo, y luego tiene que cerrarlo cuando vienen malas.

Todos ellos tienen una cosa en común. ¿Memez? ¿Nula capacidad de observación? ¿Alergia al análisis lógico? ¿Pertenencia al filo de los cordados? Bien, digamos que tienen una cosa en común que me interesa a mí para este artículo. Que no son frikis, y seguramente nunca han jugado a nada más complejo que el tute.

Los videojuegos y los juegos de mesa, los buenos, sirven para aprender algunas cosas mientras se mata el rato con ellos, como la optimización de recursos o la planificación de estrategias, que no son del todo inútiles en la vida diaria.

Si el dueño del bar hubiera jugado al Starcraft, sabría que tener tres curreles para el gas y uno para el mineral, cuando sólo gastas mineral, es una locura. Si el vecino pesado hubiera probado algo semejante al Warhammer, tendría menos problemas para distribuir tropas. En el caso de que el jefe de oficinas le hubiera dado un poquillo al Civilization –o al Free Civ– sería consciente de que las Falanges son para defender y los Arqueros para atacar. Trasteando un poco con la saga Caesar, el autónomo se hubiera enterado de dónde colocar sus edificios para que sean productivos y con unas buenas partidas de Settlers, el concejal sabría trazar caminos cortos. Oh, y si el empresario se hubiese sentado ante un Catán, habría aprendido por las malas a gestionar recursos.

Tal y como dicta la sabiduría popular, los frikis tienen muchas carencias sociales, estéticas y estructurales, pero lo cortés no quita lo valiente. Vamos, que si me dejaran a mí, ponía como asignaturas obligatorias en el bachillerato el Puerto Rico y el Total War, para asegurar de que la gente que salga de allí sepa organizarse un poquito.

P.D.- No, no tengo nada contra el tute, al contrario. Pero es un juego de suerte y memoria, cosas que también son útiles en la vida, pero sirven de poco en los casos anteriores.

20.10.09

Relatividad

Joer, año y medio viendo unas gónadas en esta página. Qué aburrido, ¿no?

21.9.09

Perhaps maybe

Puede que vaya siendo hora de volver. Puede que aún sea capaz de escribir algo divertido. Puede que me apetezca, aunque ya no esté de moda. Puede que tenga alguna idea...

A metro escaso del cinismo. Promoción de reapertura. ¡Liquidamos lo viejo para ofrecer más de lo mismo! Se hablará de tebeos, y seguirán sin tener estrellitas de puntuación ni chorradas de esas. Tendréis que leer el artículo para saber si es bueno o no (insertar risa malvada). Pero para darle algo de tirón a lo que uno pueda decir sobre unas cuantas secuencias de viñetas. estamos negociando el fichaje de Lobo como asesor, con eso de que ahora Guy Ritchie le quiere hacer una peli como si fuera un Sherlock Holmes cualquiera...

... bueno, o no, a lo mejor no lo fichamos. No sería descartable, tampoco que vuelva a hablar de frikadas, así en general, con ánimo de pulir mi puntuación en el frikitest, que oye, para algo que a uno se le da bien en la vida... Si tengo, dudas, buscaré el consejo del Doctor Sheldon Cooper.


... ah, que está ocupado, bueno pues volveremos más tarde. Bueno, puede ser que también toquemos el tema de las relaciones laborales, o de por qué da la impresión de que todos los empresarios de este país tuvieron dificultades para ligar en el instituto y ahora lo pagan con nosotros. Es difícil de entender, porque vaya, a mí tampoco se me acercaba una mujer a menos de tres metros y no soy ni la mitad de hijo de puta. Por suerte, tenemos a Bombita Rodríguez para que nos ayude.


...menos mal que uno siempre puede contar con el Palito Ortega montonero. Hoy en día ya no se hacen canciones tan comprometidas, y eso que me recuerda que tal vez haya que hablar de vez en cuando de política, o de la ausencia de ella. Con Núñez Frijol interesado sólo en hacer cosas que le sirvan para que en Madrid hablen de él como el sucesor de Aznar (¿Rajoy? No, no me suena ¿Ha ganado algo?) y con JLRZapatero tan ocupado en vender ideas que no tiene tiempo de ponerlas en práctica, como no sacar el tema, ¿verdad, presidente?


... si ya me lo imaginaba yo. La culpa es de los periodistas, que le hacemos demasiado caso. A él y a casi todo lo que no importa, porque nunca habrá artículos de prensa sobre la belleza de la mirada del ser amado, sobre lo que perdemos al hacernos viejos o sobre el por qué de la extinción masiva del Pérmico-Triásico, que ya que estamos, tengo yo pensado un artículo sobre una hipotética civilización de trilobites que puede tener cabida aquí. O no. Ya veremos. De nuevo, como antes, como siempre, habrá que improvisar.

Bienvenidos de vuelta, amigos lectores y no lectores, si es que queda alguien ahí.Pasen o vayánse, están en su casa.