Galicia, ¿nación o casa de putas?

Había por ahí quien se quejaba de que nuestro Touriño era un tipo soso. Ya lo veo comiéndose sus palabras, porque estos días está de lo más guerrillero. En cosa de una semana ha ido a Madrid, se ha envainado los milcientipico millones de los presupuestos generales de ZP y, antes de saber en qué se los va a gastar, suelta: "y a ver si os vais enterando en la capital de que España tiene varias naciones, hostia". Castelao estaría orgulloso ...

Fraga, desde luego no lo está. Ayer le dijo al presi en el Parlamento que a ver qué era eso de andar diciendo palabras feas y que no contase con el PP para "desmontar España", que a ambos de pequeñitos ya les enseñaron que es una, grande y libre. Touri, que aún tenía sus milcientipico millones en la cabeza, le respondió: "Don Manuel, quiero que me diga bien clarito si usted tiene ganas de reformar el Estatuto o no" Porque si lo reformamos (lo reforman) ahí tiene que poner que somos nación, quej que lo somos ¿O no?
Bueno, es una cuestión semántica. Antes de que alguien me acuse de revisionista, diré que no dudo que Galicia es un territorio con una identidad cultural, social y, sobre todo, económico. Ahora bien, ¿nación? Sí, claro. ¿Nacionalidad histórica? Po fale ¿Comunidad autónoma? Chámalle X.
Por cosas de currar de periodista-plumilla, ayer tuve la oportunidad de hablar del tema con Barreiro Rivas, quien sentenció que es un debate propio del siglo XIX. ¿Es España la única nación porque es la única que tiene un Estado? ¿Son naciones Cataluña, Galicia y Euskadi porque tienen entidad e identidad?
Los dos bandos creen tener la verdad en el bolsillo, porque cada uno de ellos define la "nación" de una forma distinta. Uns falan de "póla" e pensan na galiña, e os outros falan de "póla" e pensan na da árbore. Cando un sinala e di "mira unha póla", o outro lévase as mans á cabeza.
Y ahí está todo el problema. En mi desautorizada opinión, Galicia va a seguir siendo lo mismo, se le llame como se le llame. Si nuestros queridos amigos, los que se sientan a la derecha de Dios, no quieren oír ni hablar de un estatuto en el que ponga "nación", pues vale. Llamémosle como quieran. Si se les antoja, estoy dispuesto a firmar que Galicia se defina como "gran casa de putas", con tal de que sea una casa de putas con compentencias en materia fiscal, en seguridad de costas, en trazado de infraestructuras y todas esas cosillas un poco menos filosóficas.