11.1.06

Liga de la Justicia

Sí, queridos lectores. Toca cómic. Hablemos de la Liga de la Justicia de Giffen, DeMatteis y Maguire ¿Superhéroes? Sí, pero de los buenos. En todo caso, sé que los más gafapastas no habéis podido reprimir un escalofrío de prejuicio en cuanto visteis la portada y lo cierto es que tenéis razón al espeluznaros con los superhéroes.

Como género, el de los justicieros en pijamas de colorines es repetitivo, infantiloide, comercial e hiper-hormonado. El 95% de la producción de Marvel y D.C. no tiene demasiado interés si uno pasa de los 18. Es cierto, yo lo sé, vosotros lo sabéis y desde la publicación de Watchmen, entre 1986 y 1987 lo sabe todo el mundo. Esta obra de Moore y Gibbons revolucionó el género y deconstruyó la figura del superhéroe de forma radical. Pasaron a ser oscuros, retorcidos y enajenados mental y sexualmente, una imagen del justiciero que el Dark Knight Returns de Frank Miller (también en 1986) contribuyó a divulgar.

Moore y Miller reflejaron como nadie el lado oscuro que tienen todos los mitos. Poco quedaba por hacer con los superhéroes, excepto reírse de ellos, que es lo que hicieron Keith Giffen y J.M. DeMatteis al guión, con los lápices de Kevin Maguire. En su Liga de la Justicia (1987) cae la leyenda con tanta fuerza como cayó en Watchmen.

Batman es un mandón neofascista y un borde, Green Lantern, un garrulo machista admirador de Stallone, el Detective Marciano, un adicto a las Oreo, Blue Beetle, un payaso, Booster Gold, un gigoló... Y todos ellos caen en manos del magnate manipulador Maxwell Lord, un yuppie mentiroso y traicionero que se convierte en el manager del grupo y que hace que los problemas de la Liga sean tanto evitar que hablen mal de ellos en la prensa como defender el mundo de los extraterrestres.

El desarrollo de la trama es más propio de una sit-com televisiva que de un cómic de superhéroes tradicional, ya que el motor son las extravagancias de los muchos personajes que van entrando y saliendo de la Liga y no las amenazas exteriores. Los diálogos son rápidos, ingeniosos y mordaces, arropados por el dibujo que Kevin Maguire, que, aunque es más bien torpe en la composición, resulta genial a la hora de retratar expresiones faciales. Cualquiera de sus personajes tiene más vida que Orlando Bloom ... pero muchísima más.

Desde luego, no es un tebeo que reflexione sobre el tejido interno del Universo, ni falta que hace con lo que te ríes al leerlo. ¿Qué queréis que os diga? Merece la pena sólo por ver a Batman sorprender a unos terroristar al gritarles "¡BUUU!"

3 comentarios:

elduende dijo...

Eso lo dices porque eres un iconoclasta, Elric...

No, en serio. Discutir si 'Watchemn' es mejor o peor que 'V de Vendetta' o 'From Hell' es como preguntar si quieres más a papá o a mamá. Depende de preferencias y gustos. A mi entender, 'Watchmen' tiene algo que las otras dos no tienen: una perfección formal acojonante.

En todo caso, lo cierto es que ni la historia de V ni la del doctor William Gull son una deconstrucción del superhéroe, así que no me servían para este post.

*Guiños gafapastas*

O Nadador dijo...

A min From Hell paréceme claramente inferior ás outras dúas. Por certo, Duende mío, teño na casa comics en formato pdf de Allan Moore chamados Lost Girls e Supreme. ¿Coñécelos?

elduende dijo...

Eso si que es un off-topic, nadador...

Supreme es bastante conocida. Es Superman escrito por Alan Moore pero sin llamarse Superman. Al parecer intentó venderle la idea a DC, pero se espeluznaron, así que el barbudo se sacó un personaje de la manga, practicamente calcado a Clark Kent. Pasa por estar bien, pero sin ser genial.

En cuanto a Lost Girls, no me sonaba de nada, pero he visto por ahí que es una especie de versión erótica de “La Liga de los Hombres Extraordinarios”... Suena a venada, de estas que le pegan últimamente a Alan en plan “pues voy y hago cómic de género para dignificarlo”, así que no sé que decirte. Leelo, me lo pasas, y hablamos.