Las charlas de una mesa familiar entran en el terreno de lo imposible. Junte usted a quince personas de distintas generaciones, gustos e ideologías y tendrá el caos. Así pensaba Genaro Pespuntes, mientras sorbía el café, y tomaba nota mental de las frases sueltas que volaban por el aire.
EL TÍO EDUARDO: "No sé que neura les ha dado ahora a esos del Bloque de que hablemos todos en gallego, como los paletos. Esto con Fraga no pasaba".
SOBRINITO ALBERTITO: "Angue, Gugu, Yugi Oh!, Pikachu"
EL NIETO JONAS: "Deje en paz al niño, Eduardo, que es usted un facha. En el sindicato ya estamos trabajando por la revolución, y cuando llegue se van a cagar todos por la pata. Como medida drástica, el otro día cené percebes con el camarada secretario general".
EL PRIMO EDELMIRO: "En el extranjero se toman menos en serio la política. Si alguna vez vais a Berlín, parad en el café de Günter. Está ambientado como un centro de interrogatorios de las SS. Lo último en tendencias".
LA PAQUI: "Viajar está muy bien sí, pero hay que saber de lo que se habla. El otro día el padre Pedro dijo en misa que los franceses habían invadido España y saqueado las iglesias. Me pareció fatal, que mi marido es francés. Fui a hablar con el y le dije, oiga padre Pedro, los franceses no hacen eso que usted dice desde los tiempos de Napoleón. Es que hay que dejar las cosas claras, que si no luego se meten conmigo en la panadería".
EL CUÑADO JOSEJUÁN: "Viajar, dice, pues me puse en Madrid en 14 minutos. Desde que encontre ese motor de F-16 en el desguace, mi corsita es una fiera ¿La Guardia Civil? Les hice un calvo por la ventanilla mientras conducía con la lengua".
EL TIOABUELO JULIÁN: "Igual no eres fantasma. Deberías dejar de jugar con el coche e invertir dinero en pisos. Yo empecé con uno y en tres años le saqué doce millones. Ahora soy el orgulloso propietario de siete inmuebles, vivo de rentas y mi única preocupación es tocarle las pelotas a los inquilinos".
LA ABUELA: "Cuando estamos todos juntos, me acuerdo del abuelo, que ya no está pero que os quería a todos mucho. Dieciocho años en la tumba y todavía lo quiero como el primer día que nos casamos. Snif".