17.11.06

Cuba, mi amol

Los periodistas, como todo el mundo, tenemos nuestras rutinas, y cuando nos las rompen, no sabemos qué hacer. Veamos un caso:

- Digamé.

- Holabuenastardes, ¿es el Consulado de Cuba?
- Aquí mismo.
- Mire, le llamo del diario en gallego más importante del macrocosmos y el microcosmos. Hemos recibido su nota de prensa sobre la visita del embajador a Santiago...
- Sí, sí, viene el lunes.
- Ya, pues como solicitan ustedes que se confirme asistencia, yo se la confirmo.
- Vale. Hastaluegogracias.
- Eh, oiga..
- ¿Que?
- ¿No tengo que darle nombre, DNI y esas cosas?
- No, que va, si lo de la confirmación era sólo por si queríais hablar con él en privado, y para calcular que nos lleguen los canapés. Venga, hastaluegogracias.
- Un momento, un momento...
- A ver, dígame rapidito.
- Que ya que llamo, les quería solicitar una entrevista con la cónsul general, así como para la semana que viene...
- ¿Sobre qué?
- Pues ...actualidad, como de malito está Fidel, el bloqueo, la revolución... Lo de siempre, vaya.
- Bueno, pues lo habla con ella el sábado.
- Uh ¿No era el lunes?
- Sí, eso, el lunes. Ya se lo dice usted a ella y acuerdan un día.
- ¿Así, a monte?
- Sí, sí, a ella le encanta hablar con la prensa, lo hace constantemente. Hastaluegogracias.

Este redactor, que prefiere permanecer en el anonimato, recuerda que hace cosa de dos años tuvo que entrevistar al cónsul de los Estados Unidos y tuvo que enviar un cuestionario previo y una solicitud formal, pactar la fecha con una agresiva jefa de prensa del profundo Oregon, y pasar más medidas de seguridad de las que tiene el presidente de la Xunta.


Para más información, consultad este libro.

6 comentarios:

Bautista dijo...

Camarada duende: resulta lógico que con su aspecto post-revolucionario, le hayan confundido con el corresponsal en Compostela del Granmma, de ahí las facilidades para el contacto con el embajador.
No obstante, le aconsejo revisar bien la obra de Túñez et al. para que las preguntas sean lo más atinadas posibles... mi amol!

Arale Norimaki dijo...

Ohhhh cuan interesante experiencia! El duende impunemente infiltrado en la red diplomática revolucionaria...que sea fructífero el encuentro!

Anónimo dijo...

E se cadra o redactor anónimo pode rematar tomando mojitos e licor café coa consul en cuestión no curruncho de sempre (se non se lles acabou o xeo, je,je)

Anónimo dijo...

Es que el consulado de Cuba es un lugar muy peculiar. Yo, por motivos familiares, he tenido ocasión de comprobar la rapidez con que allí se trabaja. Para obtener la renovación de un pasaporte, es imprescindible, amén de aflojar no pocos ecus (las divisas son las divisas), estar desde la nueve hasta las dos sentado en una minúscula sala de espera repleta de paisanos con mulata adjunta. ¡Carajo!

Anónimo dijo...

oe. encantóume a anécdota, penso que mesmo pódese extraer algún apontamento importante da curiosidade...

un saúdo.

Anónimo dijo...

Recorda que che lembre unha canción de Chimo Bayo.