17.1.07

Bienvenidos a la cuarta generacion

Leía ayer en el (In)Mundo, edición impresa, y de pago que "todos los medios de comunicación" (es decir, que unas cuantas asociaciones de medios) se han aliado para poner a caldo al Ministerio de Sanidad porque quiere venir a limitarles la publicidad de bebidas alcohólicas en su nueva Ley para la Prevención de la Priva en Exceso. Otros lo explican así.

En principio, el asunto no llama la atención. Enésima iniciativa tontaina del gobierno, porque la cultura del alcohol esta muy, pero que muy enraizada en nos, los ibéricos, y no se acaba con ella quitando los anuncios, igual que no se erradica el machismo por empeñarse en decir "compañeros y compañeras" en todos los mitines. Y los medios se cabrean porque les va al bolsillo, y bien duro, ya que las marcas de alcohol están entre las empresas que más gastan en publicidad, sobre todo en las revistas. Nada nuevo bajo el sol ¿no?

Pues si, el espectacular lema que "todos los medios de comunicación" han elegido para su campaña anti Elena Salgado: Con los jóvenes, con la libertad publicitaria. Fíjense, es hasta loable la intencion de los chicos de la prensa de impedir la identificación entre "joven" y "miserable borrachuzo", o lo sería no estuviese ahí sólo como subterfugio para reivindicar la libertad publicitaria. Curioso concepto, ¿non si? Resulta que radios, teles y diarios no ponen anuncios para ganar pasta sino para defender la "libertad publicitaria", que debe de ser algo así como el derecho de todo ser humano a anunciar sus productos.

Sabemos, ya desde hace un tiempo, que los derechos tienen familia. Están los de la primera generación, como el derecho a vida, a la libertad y a la propiedad, que vienen de la Revolución Francesa. Luego llegaron los de la segunda generación, un invento de los socialdemócratas, que son el derecho a la huelga, al trabajo, a la educación, la sanidad y, desde luego, a una vivienda digna (pfff...). Y, ya en el siglo pasado, los ecologistas y los nacionalistas inventaron la tercera generación de los derechos: derecho a la paz, a un medio ambiente en condiciones, a la autodeterminación... Los ciudadanos del primer mundo tenemos la suerte de contar hoy en día con una larga lista de ventajas, pero, que yo sepa, en ninguna de las tres generaciones se habla de la libertad publicitaria.

Por lo tanto, ahora, en el siglo XXI, los dueños de los medios de comunicación y otros especímenes similares parecen estar esforzándose en crear una cuarta generación de derechos, a los que podemos llamar Derechos del Capitalista o Derechos Invertidos. Además de la libertad de dar y recibir información publicitaria (pagando, claro), tenemos aquí muy cerca a Pescanova y a ENCE reclamando su derecho a producir puestos de trabajo (contaminando, claro). Un poco más lejos, a Jorgito Bush exigiendo su libertad de liberar países (aunque para eso haya que invadir) y sojuzgar, y a medio camino entre aquí y allí, a la Iglesia reclamando su derecho a salvar almas (y recibir subvenciones por ello).

Seguro que pronto veremos a los empresarios esgrimiendo su derecho a los beneficios para justificar los contratos basura. O a los ultraderechistas haciendo valer su derecho a desestresarse para que les dejen apalear inmigrantes tranquilamente. Se admiten apuestas.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues, en mi modesta opinión, los derechos de los capitalistas son la madre del cordero de nuestra sociedad. Ya sabes, los valores eternos: Propiedad, Orden, Familia, Dios... ¿No crees que los derechos propios de "Estado del Bienestar" son una especie de migaja dada por los burgueses a los trabajadores para que no se bolchevicen? Y qué decir de las revoluciones del XIX. Ya sé que estoy simplificando un poco, pero antes se liquidará cualquier otro derecho elemental que el de la propiedad. Pensemos en el liberal Pinochet... Salud.

elduende dijo...

Pues sí, tienes toda la razón. Pero el caso es que, aunque los primigenios "Derechos del Hombre" son la base de la sociedad capitalista, en general y en el plano ideológico, son beneficiosos para todos los ciudadanos. Todo el mundo se beneficia de ser libre e igual a su vecino, aunque no fuese más que una excusa par aque los comerciantes se hiciesen con el control del Estado. Incluso, y aunque es un caso peliagudo, el derecho a la propiedad está ahí para que cualquiera pueda usarlo para enriquecerse.
Otra cosa es hablar de "libertad publicitaria" que, de existir, sólo beneficiaría a los dueños de los medios de comunicación.
En resumen, el motivo de este texto es parlotear un poco sobre como los plutócratas se apropian del discurso de las libertades civiles para fines que nada tienen que ver con mejorar la calidad de vida del conjunto de los homo sapiens.

Anónimo dijo...

¿Por la libertad publicitaria? Y yo que pensaba que el anuncio de La Fuente en primera hoja anunciando que no abrían en fin de año era la demostración de que está ya existía.

Pues ya sabes, si lo consiguen, que venga Bin Laden, que para eso se supone que tiene dinero, y meta un anuncio del estilo "Muerte a los infieles!!! (Las Autoridades Sanitarias advierten de que matar perjudica seriamente la salud de los demás)".

Arale Norimaki dijo...

Que panda de viciosos, pero si no se cumplen ni los de primera generación y siguen procreando! A ver si va a haber que poner limitaciones como los chinos...

Me encanta el lema de la campaña pro-libertad publicitaria, si bien he de confesar que la tentación de reclamar una indemnización ante el Supremo por semejante atentado contra mi derecho de imagen [por ser 'jóvena'] es considerable.

moucho branco dijo...

bueno, eu creo que os de primeira xeneración si se cumplen, é o que ten vivir no capitalismo, que os dereitos xacobinos son sagrados... propieté, propieté e propieté outra vez... os outros xa son dereitos bolchevizantes, a quen lle importan?.

un saúdo