Vale, pues tras días de abstinencia, el jodido blogger ya me deja subir imágenes, así que aquí dejo un festival visual para vuestro deleite. Veréis como arde la tierra de Caldas...
... y como amenaza el cielo de Lacoru. Aunque no tanto...
...como en Líbano, donde tienen que salvar a las palomas mensajeras de entre los escombros que siembran los aviones iraquíes. Otra oferta de paz que entra en oídos sordos. Mientras...
...en Irán se dedican a organizar desfiles de moda islámica. Ya imagino los sloganes "Tu marido te preferirá a sus otras siete mujeres" o, tal vez, "Estarás guapa sin que se te vea un centímetro más de piel de lo estrictamente necesario" o, incluso, "Vestir sexy es pecado, vestir elegante es halal". Esto es sin duda un paso más hacia la liberación de la mujer...
... o hacia el fin del mundo, nunca se sabe. Y, sí, hoy se me ha ido la olla más de lo habitual. Hay días.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
6 comentarios:
O mundo é unha merda, e aínda porriba morres.
Yo incumplí mi orden de alejamiento de la televisión y me ví soltando exabruptos contra las imágenes de Peres y Herzog cual caniche que ladra a un elefante...hmm...o a una hiena. Menos mal que soy un robot y se me pasa cuando me resetean.
¡Cómo osas atacar al islam! Si la memoria no me falla, sólo permite casarse con cuatro mujeres.
De qué vale poder casarte con cen mulleres se, no fondo, non podes fardar de ningunha... XDDDDD
Sería en plan "ves, pavo, aquella jamona es mi chorba" "cuál? la del burka verde o la del azul?"
Moi triste.
Pues desconocía en número exacto de hembras que puede mantener... digooo... meter en su casa un musulmán, pero es bueno saberlo.
De todos modos no le tengo ninguna tirria especial al Islam. No más que al resto de las religiones, que deberían ser abolidas y desterradas por el imperio de la razón. He dicho.
¡No se puede atacar la religión! ¿No recuerdas acaso las clases de ética de BUP? Yo mismo, por ejemplo, contemplé indignado hace una semana el intolerable show de Leo Bassi, y habría abandonado el Palacio de Congresos si mis carcajadas me hubieran permitido moverme del asiento.
Publicar un comentario