17.12.06

Round One. Fight!

El Street Fighter II, el clásico, no sus miles de secuelas alfa, beta y gamma, es una referencia fundamental para mi generación, al igual que los Burman Flash y Óliver y Benji. Casi cualquier ser humano que haya sido niño en los primeros 90 se ha puesto alguna vez a los mandos de este mítico videojuego de lucha, ya sea en forma de recreativa o de cartucho de Supernintendo.

Aquel torneo de artes marciales de opereta, digno hijo de una época en la que los videojuegos no necesitaban un argumento, tenía varios personajes interesantes. Blanka, con sus demoledoras patadas altas, Chun-Li, rápida y saltarina, Guile, de movimientos complicados pero eficaces, E. Honda (Edmund, se llamaba el tío), que daba hostias como panes de maiz resesos,... Pero, reconozcámoslo, al final casi todos jugabamos con Ryu o con Ken: así lo confirmé ayer en una encuesta realizada entre los asistentes al 1º aniversario de la Zonulacatro.

Los dos del kimono eran los personajes más equilibrados y con los mejores movimientos especiales. Eran las estrellas, los triunfadores, los principales candidatos a que te terminases el juego con ellos. Llegabas a amarlos tras varios minutos oyendo “Jaduken Jaduken Jaduken Jaduken ORLLUKEN Jaduken Jaduken, Acapcaplluken, etc.” En principio, parecían exactamente iguales, salvo por el color de la ropa y el peinado, pero había entre ellos sutiles diferencias de movimientos, que hacían que Ken, el rubiales, fuese más para los jugadores agresivos y veloces, y Ryu, el japo, para los estrategicos y defensivos.

Pero eso no era todo ¿no? En el Street Fighter se encontraban grandes lecciones. Por ejemplo, que el socialismo real no llegaría lejos (ver el final del juego con Zangief era casi imposible), que en España todo es más bien cutre (Vega, tan efectivo, tan mal diseñado, y con aquel escenario de cuadrilátero flamenco, guitarrista y bailaora incluidos, bleurgh!), o que la meditación y el sacrificio mental no sirven de nada si alguien viene a darte un par de hostias (Dhalsim, probablemente el personaje más chungo del juego). Tambien sabíamos que los americanos buenos eran blancos, rubios y marciales (Ken y Jean Claude Van Damme), y los malos, negros y brutotes (Balrog, alias "me encanta recibir patadas en la espinilla"). En un juego que contenía tanta sabiduría, los protagonistas, Ryu y Ken, no podían sino enseñarnos la mayor lección de todas.

Para jugar con Ryu había que ser reflexivo y saber esperar, medir tus movimientos para hacer el máximo daño. Era bueno, pero también un marginado social, un tío raro y sin amigos que, tras reventar a patadas a M. Bison, se alejaba hacia el atardecer, a buscar más tíos con los que arrearse tortas. La fama y el éxito no eran para él.

Para jugar con Ken, por el contrario, lo mejor era ir a por todas, ser agresivo y veloz y no dejar pensar al contrario, ya fuera humano o CPU. Era un triunfador, un guaperas, un líder nato que se colgaba la medalla al cargarse al generalote tailandés, salía en las portadas y se casaba con la chica guapa.

Me temo que yo jugaba con Ryu. El nadador, también ¿Y vosotros?

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Para que quede constancia tamén neste bló: os meus favoritos eran Zangieff e Blanka.

Ver motivos no post parello: nadaquedicir.blospot.com

(amálise do Street Fighter II en termos de xeopolítica ideolóxica e repercusión social das diferenzas de clase...)

Por certo: o combate Guille-Zangieff era o summum da guerra fría: militarsimo ianqui contra o heroe do pobo obreiro

¿E como que non tiña un argumento? Cada encontro tiña unha subtrama emparellada en función dos personaxes que se enfrontaran... Iso dependía da imaxinación do xogador ¿ou vós só pensábades en gañar?

Anónimo dijo...

Chun Li. Os personaxes rápidos son bos para os que eramos patosos facendo combos. Case nunca collía a Ryu e Ken -aquí podemos falar das miñas ansias de diferenciarme-. Outros cos que probei foron Honda, Blanka ou Dhalsim (era malo con gañas, pero creo que Zangief era aínda peor, putos ianquis).

Anónimo dijo...

No tengo que contarte nada que no sepas, un jugador tan mediocre como yo siempre elegía a Ryu y Ken. No sé por qué, tenía preferencia hacia el primero, quizá simpatizaba con él por ser un marginado. Sin embargo, las partidas más divertidas y surrealistas (en Palleiro, claro) fueron aquellas con Guile y Zangief, aka "the cold warriors". Curiosamente, como tal vez recuerdes, conseguí acabar el juego con el yanqui (la única vez que no lo hice con Ken y Ryu), pero no con el ruso: su volumen y lentitud no permitía pasar del tarado aquel (¿Sagat?) que luchaba con un Buda gigante al fondo. Qué tiempos (¿desperdiciados?). Salud.

Anónimo dijo...

Xa confesei, collía a Ryu. Gustábame o idealismo que transmitía a tradución do libreto que acompañaba o xogo para Supernintendo e supoño tamén que para Megadrive (non quero crear un cisma neste sentido, só coñezo o libreto de Supernintendo):

"Ryu non loita pola fama, loita para mellorar a súa técnica de combate e converterse no mellor loitador do mundo."

As veces tamén collía a Chun Li e a Guille, por practicidade, resultábame sinxelo acadar con eles o final; rematar con Ken era unha tortura, pola animadversión que sentía Ryu cara él, e polo escaso aliciente que supoñía repetir a forma de xogar.

Confeso ademais, que sempre quixen loitar con Mr. Bison, é dicir Balrog (cousa que supón unha das maiores revelacións deste ano) ou Vega, que eran os dous que adoptaban plantexarme máis dificultades, pero as versións “special edition” do Street Fighter para consola xa me pillaron noutros menesteres.

Anónimo dijo...

Polo activismo docente dos meus proxenitores fun unha androide marxinal sen consolas. Pero nos nadais na casa dos meus primos optaba por Chun Li, aínda que hei de puntualizar que tampouco tiven que enfrontarme a grandes dilemas porque sendo nena, a anana e aínda por riba a invitada xamais tiven dereito a optar por Ryu e Ken simplemente me resultaba irritante.

Anónimo dijo...

Yo siempre fui de Blanka a muerte. Y para que negarlo, su final, aunque ñoño, era el mejor de todos.

Una pena que luego le hicieran tan poco caso, siempre fue popular (solo ver los posts anteriores). Es más, incluso cuando le hacían caso dejaba mucho que desear. Lo probé en el alpha 3, y no se para que se empeñaron en mejorar sus "movimientos rotatorios", siempre me pareció uno de los movimientos especiales más flojos del juego. ¿Por que no hicieron algo con el electro-shock?

Anónimo dijo...

Pois mira, a pregunta pilloume desprevenido o sábado. E agora, reflexionando, chego á conclusión de que na miña condición heterodoxa, non loitaba máis con ken ou ryu que blanka, honda ou chunli. Pero claro, tamén nos xogos de fútbol sempre preferín gañar o mundial con camerún ou suecia que con brasil