29.9.06

Mitos

Dice la leyenda que una vez hubo un señor, en Vistipoi, que pudo comprar una casa sin hacer chanchullos y, más difícil todavía, sin que su inmobiliaria los hiciese por él.

Otra historias cuentan que, en la tribu de los motilones, indios del Amazonas, la gente sólo tenía una casa y no se le pasaba por la cabeza comprar solares para enriquecerse a costa de sus semejantes. Por tamaña soberbia, los dioses les castigaron enviándoles a una turba de conquistadores españoles con mastines amaestrados.

Los oráculos de la Montaña de Skraltharb, sitúada en el centro de la Isla Perdida de Tamfaeria, en el corazón del Mar de las Brumas Lisérgicas, que hablan mediante señales morse, vaticinan que la solución a los excesos del ladrillo y el hormigón para por punto-raya-punto, oséase, por las viviendas de protección oficial. A la luz de los últimos descubrimientos, es probable que estos tíos sean solo una panda de borrachos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Viviendas de protección oficial? ¿Pero eso existe en algún lugar que no esté en la remota Escandinavia?