14.11.05

La saga-río: Usagi Yojimbo

La saga-río es un género literario que vive muy pegado al mundo del cómic. Es una historia coral en la que, a pesar de haber un protagonista más o menos claro, la acción avanza a través de las vidas de un amplio conjunto de personajes que se relacionan entre sí, evolucionan y se cambian unos a otros. En una saga-río todos los elementos avanzan llevados por la corriente (por lo general, a lo largo de miles de páginas) sin tener un desenlace claro a la vista y muchos acontecimientos triviales en un principio se revelan después fundamentales, cuando descubrimos su historia. Algunos famosos ejemplos de sagas-río son Akira, de Katsuhiro Otomo o Sin City, de Frank Miller, pero no por ser conocidas son mejores.

Esta introducción nos lleva a Usagi Yojimbo, según mi humilde entender una de las mejores historietas que se están publicando en la actualidad y un magnífico ejemplo de saga-río. Stan Sakai, hawaiano de origen nipón, narra los viajes de un conejo ronin (samurai sin señor) por el Japón del siglo XVII... ¿Suena chorras? Sí, a mi también me lo pareció la primera vez, teniendo en cuenta que son animalitos con espada, pero con Usagi, la primera impresión está equivocada.
Tras los bichos antropomorfizados, el dibujo naíf y las batallitas se esconden unos personajes redondos y unas historias mágnificamente entrelazadas. Cualquiera que se salte los prejuicios el tiempo suficiente como para leer veinte páginas podrá atestiguarlo, porque ya será un fan del trabajo de Sakai. Si creéis que exagero, haced la prueba.

Sólo el personaje central ya es magnífico. Un vagabundo si hogar que peregrina para templar su espíritu desde que murió su señor. Es un héroe al uso, y no lo es, un gran guerrero que no lucha si no le obligan y que encuentra muchos adversarios a los que no puede vencer solo, un samurai honorable que no deja de ganar unas cuantas monedas si se le presenta la ocasión, un valiente que planta cara a un obakéneko (espíritu) sin dudarlo, pero que se ruboriza ante l la atención de una mujer.

Aún así, Miyamoto Usagi sólo es el centro del tablero. A su alrededor circula una enorme galería de secundarios, cada uno con su personalidad e intereses definidos. Gen, el cazarrecompensas que disfraza su honor tras la avaricia. Tomoe Amé, la dama samurai atada al deber. Noriyuki, el señor feudal adolescente que lucha contra su propia juventud. Jei, el loco mensajero de los dioses. Chizu, la jefa del clan ninja Neko. Zato Ino, el espadachín ciego. Kitsune, la ladrona. El matrimonio de leñadores. Y otros tantos cientos, al menos uno en cada historieta.

Tras los personajes, está el mismo Japón. Sakai sabe tanto de la era feudal del país como cualquier historiador nipón, pero trabaja en occidente y, al contrario que los autores de manga, se molesta en explicarle al lector los trasfondos. Y de qué manera. El entramado de funcionarios corruptos, los oficios de los artesanos, los apuros de los campesinos, la violencia de los bandidos, la rigidez de las relaciones sociales, las costumbres, los festivales, las canciones populares... todo eso está detrás de cada viñeta para dar vida a un universo en el que lo de menos es que sus habitantes sean gatos, perros, conejos y rinocerontes.

El dibujo está, como mínimo, a la altura de todo lo demás. Plástico, sencillo y terriblemente eficaz, el trazo de Sakai no tiene un sólo elemento supérfluo. Todo lo que hay en la viñeta es información para el lector y las secuencias nunca tienen más viñetas que las necesarias, por eso Sakai puede contar y sugerir más cosas en las veinte páginas que mencionaba antes que otros autores en 200. Además, el hawaiano es un maestro del ritmo, que engancha al lector en el laberinto de su narrativa y no lo deja salirse hasta que termina la última página

Y lo más sorprendente de todo es que, tras 21años de publicación ininterrumpida, Usagi Yojimbo no sólo no empeora, sino que va a mejor. Una obra maestra sin cortapisas, quien lo discuta, es que no se lo ha leído.

2 comentarios:

O Nadador dijo...

Había un xogo para Spectrum deste personaxe?

elduende dijo...

Había tal, sí. A nosa xeración é quen de recoñecer a silueta de Usagi por ese programiña e polas súas aparicións como estrela invitada na serie de debuxos das Tortugas Ninja. Se premes no link que puxen no post, tes máis datos.