28.11.05

Notas sueltas sobre el humor

El humor es una herramienta fundamental para ser humano. Con su ayuda, podemos soportar los reveses de la negra faz del mundo con un mínimo de entereza. Sin él, no nos quedaría otra que ser felices.

No es cosa mía, cualquiera que indague un poco puede encontrar múltiples referencias a este enfrentamiento entre la risa y la felicidad. Mark Twain dijo: "En el cielo no hay humoristas". Ramón J. Sénder describe a un personaje destacando que "como todas las personas felices, carecía de sentido del humor". La risa se nutre de los problemas y de los contratiempos, y aligera su carga, por lo tanto, si todo va bien, ¿para que reírnos?

Añadámosle un cierto componente psicoanalítico. Los chistes más populares entre la gente de a pie suelen señalar de un modo brutal los grandes tabúes sociales, reduciéndolos al absurdo soez. Así, aunque no sea habitual hablar libremente de sexo, y los padres denuncien a los maestros de primaria que lo hagan en clase, cualquier homo sapiens sabe una docena de chascarrillos sobre adulterio, ladillas y prácticas amatorias retorcidas.

Tampoco se habla de ETA más que para maldecir, pero sí se cuentan chistes sobre Irene Villa, Ortega Lara y sobre la Guardia Civil en el País Vasco. El humor es la válvula de escape de la opinión pública y por eso las Noticias del Guiñol son el informativo más veraz del país, porque no se toman en serio la información y pueden romper los dogmas.

Sin embargo, el humor más peligroso para la felicidad es el humor bien entendido, ya que una buena humorada puede explicar mejor un asunto que un trabajo académico de 300 hojas, siempre y cuando quien la escuche esté dispuesto a entrar en el juego. Alan Moore escribe en su Watchmen: "Hizo algo que sólo los mejores comediantes pueden hacer, me abrió los ojos". ¿Se puede ser feliz con los ojos abiertos? La respuesta, esta noche en tu almohada.

3 comentarios:

O Nadador dijo...

Se queres poñer unha cita erudita máis na túa lista podes poñer a Houellebecq que case toda a súa obra é un monográfico contra o humor e a xeración do 68 (dous dos valores máis establecidos).

Di algo así coma "Nese mundo ideal deseñado polos científicos todo iría ben. Polo tanto xa non habería sitio para a ironía nin para o humor."

elduende dijo...

Gracias por el añadido. Es interesante.

Anónimo dijo...

¿Houellebecq no es ese gabacho tarado que se pasea por ahí con un ridículo chucho? Como siempre, España va un paso por delante (en todo lo grotesco). Fernando Arrabal y el sublime Dragó son los mayores "freaks" literarios de la Historia.